Fotos de vacaciones.
A todos nos gusta viajar. Bueno, a casi todos. A mí si me gusta, al menos. Pero lo que no nos gusta a casi ninguno es que nos
torturen con las fotos de las vacaciones de los demás.
Antes aún bueno. Con el método antiguo te pasaban una pila de fotos, de las cuales veías una de cada
dos o tres, según fuesen de divertidas. Pero ahora estás jodido. Las ponen directamente en la tele. Mucho más cómodo, dónde va a parar! Pero claro, ahí estás tú hasta que acaban las fotitos.
Todas, absolutamente todas las fotos tienen alguna historia, y eso hace que los afortunados que fueron revivan su viaje mientras te dan la chapa para que lo revivas tú con ellos, te guste o no.
Al final acabas odiando las fotos, al fotógrafo y a la gente que sale en ellas; pero tienes anécdotas y te conoces el lugar como si hubieses estado tu mismo.