Por partes
Ayer fuimos de cumpleaños. Éramos ciento y la madre en un "bar de viejos" que tenía un barril de cerveza listo para nosotros. Nos sentamos en unas mesas y comenzamos a comer lo típico en estos casos; empanadillas, croquetas, calamares... He de decir que la comida no era escasa, las croquetas ya sobraban y si tuviesemos 10 años menos estarían volando de mesa en mesa.
Ya estábamos llenos de cerveza y "fritangas" y empezaron a recoger la comida sobrante. Justo después de eso nos pusieron un plato de postre a cada uno. No entendíamos muy bien aquello cuando el camarero apareció con la verdadera cena, pulpo y zorza.
¿A quien se le ocurre cebarnos antes de la cena? Supongo que es una cuestión económica, ya que cuanto menos pulpo y carne comamos más barato le sale al "jefe" darnos de cenar. Mucha gente ya no estaba o estaba por ahí, porque parecía que la cena ya había sido.
Cuando se acabó el pulpo trajo el pan, las cosas seguían si llevar un orden lógico. Con el plato fuerte en la mesa la gente ya pasaba de comer, en las mesas se veían los platos llenos y a poca gente comiendo.
Pero si realmente creía que nos iba a sobrar comida, estaba muy equivocado.

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