Las tradiciones Ais... son esas costumbres que perduran generación tras generación. No siempre son agradables, de hecho la mayoría de ellas son ridículas y para lo único que sirven es para que nos gastemos nuestro dinero y tiempo. Bueno, supongo que si nos gastamos el dinero alguien se lo embolsará, así que para algunos son buenas económicamente.

Hay numerosas tradiciones y de todo tipo: religiosas, como las navidades o semana santa; festivas, como carnavales; crueles, como tirar una cabra por un campanario... Hay para todos los gustos, pero por norma general todas se basan en lo mismo, comer y beber. Todo el mundo se reune y por unas causas o por otras al final acaban siendo más o menos todas iguales, con la diferencia de que haya o no sangre de la pobre cabra.

Pero hay una buena tradición que no nos podemos permitir perder, y es el mejor acontecimiento desde verano hasta fin de año. No todos sabéis de su existencia, pero aquellos que acudistéis alguna vez no podéis dejarla pasar. Sí, estoy hablando de la inconfundible e increíble ¡¡¡¡FIESTA DE CUMPLEAÑOS DE MELA!!! Cada vez es distinta, cada una es irrepetible, así que a los que mandasteis el mail avisando de vuestra ausencia os diré que en un futuro cercano empezaréis a escuchar historias del cumpleaños y os arrepentiréis de no haber ido.

Hay ciertas tradiciones que sí hay que mantener, ¡gañanes!

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