Los observadores
Ser observador es bueno, aprendes más, no se te escapan los detalles, puedes hacer un mordaz comentario sobre todo... vamos, que solo tiene ventajas. Pero yo, con mi vista amable de la vida, voy a hablar de ellos. Bueno, en realidad voy a hablar de un tipo en particular, de los que leen lo que tu lees. Estoy escribiendo este post en el tren, mientras tengo un individuo sentado en el asiento de mi derecha que está leyéndolo. Supongo que se dará por aludido y dejará de leer, pero la verdad es que no me preocupa ni lo más mínimo.
Me parece fatal leer bajo presión el preriódico. Siempre que voy en transporte público leyendo el periódico hay alguien que le gusta leer las noticias mientras lo hago yo. Es prensa gratuita, no tiene ni que gastarse un euro; pero no, es más cómodo decir que no y luego respirarme en la oreja mientras lee las noticias que yo considero importantes. En ocasiones se atreven a comentar incluso lo que estás leyendo. En esa situación, les miro con indiferencia, como preguntándoles si les había preguntado algo, o si cree que no se leer y solo miro las fotos; aún así algunos de ellos no se dan por aludidos y vuelven a comentar. Ya ahí suelo soltar un amable comentario del tipo "gracias, yo también se leer".
Hay algunas veces que hasta me planteo si ya habrá acabado de leer la noticia o espero para pasar la página, pero en lugar de eso acabo leyendo a toda velocidad para pasar rápido a la siguiente y dejarle con la noticia a medias, jejeje. Así igual después de 2 o 3 intentos fallidos de leer la noticia me dejan en paz y puedo volver a leer el periódico a mi bola.
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