Es mi mujer
Ayer estábamos todos tranquilamente de camino a Churruca cuando vimos a una pareja discutir. Bueno, discutir no. Más bien él intentaba arrastrarla a ella de un brazo hacia casa. El caso es que la cosa se empezó a acalorar y la acorraló contra una pared. Aquello empezó a llamar la atención de la gente que pasaba por allí y reducía la marcha para ver que era lo que iba a suceder. Antes de que ocurriese nada, nos acercamos un poco y fijando una mirada encabronada en él, como a las vacas le grité:
-Eeeh!
-Es mi mujer- impresionante respuesta. Solo le faltó decir "y le pego porque es mía".
-¿Y que?-fue la única contestación lógica que se me ocurrió ante tal afirmación.
-Que yo no le pego.
Ante su falta de argumentos y que vio que no íbamos a dejar que se la llevase a la fuerza, la soltó mientras gritaba "está borracha". Automáticamente ella caminó apresuradamente en dirección opuesta a la que aquel individuo le estaba obligando a ir.
Lo malo es que para nosotros la historia acaba ahí, pero no para ella. No se que habrá pasado de madrugada cuando esa chica volviese a su casa. Me imagino lo peor, así que espero que haya ido a dormir a casa de su madre o similar.
Os animo a que siempre hagáis lo mismo en situaciones como esta y os daréis cuenta de que en cuanto grite el primero haréis piña con muchos más que os evitarán conflictos con el individuo. Nadie se enfrenta a un ejército el sólo.